El comienzo de esta historia seguro que te suena: Crees que es fácil encontrar un vestido de invitada sencillo y elegante pero la cosa se complica; Sólo ves prendas sin forma, telas con brillo y la idea de comprar por Internet te da reparo por si el tallaje no se ajusta y al final te gastas más en arreglos que en el vestido.
La cosa pasa a mayores cuando no eres una invitada más; eres la madre de la novia.
Nos pusimos manos a la obra en la búsqueda de una modista que pudiera hacer realidad lo que teníamos en mente. Tras varios presupuestos desorbitados y webs sin fotos en las que pudiéramos ver si los diseños se ajustaban a nuestro estilo, encontramos a Raquel Orrutxi.
Desde el primer momento en que entramos por la puerta de su taller, Raquel y su madre, Begoña, nos recibieron como si nos conocieran de toda la vida. En seguida, captaron lo que buscábamos y ese mismo lunes, acompañaron personalmente a mi madre a elegir la tela de su vestido.

Esto marcó totalmente la diferencia para nosotras. Cuando no estás puesta en el tema, ni entiendes, es fundamental que te ayuden y te guíen con la búsqueda de la tela. Cada una tiene una caída, un brillo … Todo esto cuenta a la hora de diseñar tu vestido.
En cada prueba, se preocuparon del detalle y de que no sólo el vestido quedara precioso, si no de que sentara bien. Por delante era sencillo y elegante. Se ajustaba a sus formas sin marcar y las mangas de encaje le daban un toque muy especial.
Sin embargo, el punto fuerte, era la espalda. Semitransparente y con una gasa drapeada con la que aportó originalidad al vestido sin perder un ápice de elegancia como madre de la novia.
Decidimos contratastar el rojo fresa del vestido con complementos en nude y una pamela Miss Daisy a juego. Elegimos flores en tonos rojos y le añadimos también otras en verde agua para darle mayor contraste.
Los pendientes a juego se los regalé el mismo día de la boda, antes de que vinieran a casa los fotógrafos y las peluqueras. Se los di en una cajita en la que escribí: «De tu mano, mis primeros pasos …». La frase continuaba en la caja en la que le di a mi padre un reloj con la fecha de la boda grabada y en la que ponía: «De tu brazo al altar».
En definitiva: Si estáis buscando un vestido especial, hacéroslo a medida os va a costar muy parecido y os vais a garantizar que os queda como queréis. Personalmente, tuve muchos problemas con Pronovias (ya os contaré) y no sabéis lo que me arrepentí de no haber encontrado antes a Raquel Orrutxi.
De hecho, me agobié tanto que un día Begoña nos acompañó a la prueba de mi vestido de novia. De no ser por ella, no me hubieran hecho el arreglo tal y como tenía que ser.
Cuando llegó la hora de recoger el vestido de mi madre, nos dio hasta pena! Ha sido un proceso muy, muy bonito. Ellas han sido en estos meses más que diseñadoras y modistas. Son de esas personas que una vez que encuentras, quieres tener a tu lado.
Os dejo por aquí todos sus datos porque como os dije en Instagram, esta suerte que hemos tenido nosotras de encontrarlas, hay que compartirla con el mundo.
C/ Villa de Plentzia Kalea, Nº 42, Getxo, Bizkaia
No se puede estar más guapa y elegante!
Besitos
http://www.elblogdebarbaracrespo.com/2018/08/cala-landrago/
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