Pamela no es sinónimo de sombrilla. Existen materiales que con el tamaño adecuado pueden hacer que el complemento estrella entre las invitadas se funda contigo hasta ni siquiera notar que la llevas.
Esta pamela es perfecta. No pesa nada y puedes dar dos besos a una recepción entera de Zarzuela sin sacarle un ojo a nadie. Decidí decorarla de una forma natural, con hortensias preservadas en azul noche en contraste con la peonías.
Como el vestido es liso, decidí estrenar el nuevo lanzamiento de Miss Daisy: Nuestros pendientes insecto con piedra drusa. Son súper originales y con el tamaño justo. No son ostentosos pero te valdrán de toque extra cuando llegue el momento de quitarte la pamela. Me encantan porque les veo muchísimo potencial también fuera del mundo invitada; el típico complemento que levanta cualquier look y no deja indiferente.
Realmente a este vestido cruzado con escote bardot de Asos le valía cualquier complemento. Lo habéis visto hasta la saciedad en Instagram pero me pareció que sería interesante ver cómo quedaba en un cuerpo con curvas.
Os seré sincera. Me encanta el color y el tejido neopreno pero pensaba que el drapeado iba a esconder más esas zonas conflictivas. La largura tampoco me ha terminado de convencer; si no tienes una pantorrilla fina, creo que le cogería un poquito el bajo.
Aún así, me parece una opción más que perfecta para esas bodas de principio de otoño en las que todavía no hace ni frío ni calor.
Para encargar vuestra pamela o vuestros pendientes bicho con piedra drusa, podéis escribirnos al teléfono y el email que os he dejado en la zona de contacto