El rojo es sinónimo de fuerza, de carácter. Mariana solía ponérselo en esos días en los que el cielo plomizo se cierne sobre tu estado de ánimo empujándote sin piedad a las prendas oscuras. Es por eso que ella no tenía nada negro en su armario. Sólo aceptaba colores vibrantes, estampados con acabados perfectos y prendas que tuvieran ese algo especial.
Mariana veía la moda como un juego; una forma de divertirse, expresarse y marcar su carácter. Ante la duda, arriesgaba siempre. No le importaba arrancar miradas indiscretas a su paso porque atrás quedaron los días en que el juicio ajeno le impedía ser quien era.
Aquella tarde, un gran volante rojo adornaba su hombro dejando el otro al descubierto. Marcaba su cintura con una falda lápiz de corte pareo con un estampado de flores que combinaban el amarillo, el rojo carmesí y el verde hierba en una armonía perfecta.
Lo último que vi fueron sus sandalias rojas mientras se subía a un taxi a la vuelta de la esquina. Decían que necesitaba aire y que se dirigía al aeropuerto. Por aquel entonces no sabía a dónde pero el destino quiso que un atardecer, nos hiciera coincidir en una de las ciudades más bonitas del mundo.
¿Adivinas a qué ciudad ha ido Mariana? Escríbelo en los comentarios y entre todas las que acertéis, realizaremos un sorteo que os va a encantar!
Look by La Miel de Mariana
el alma de la invitada perfecta 
bueno la historia que nos has descrito es tan preciosa como el conjunto de invitada perfecta que nos has mostrado, con unas fotos preciosas, vamos que tienes una nueva seguidora, a mi personalmente me encantaría que la ciudad de la que hablas fuera París, por que una historia tan preciosa y atrevida como la de Manuela se merece un destino igual que ella.
Un besazo desde
http://www.dreamsatfifty.com
espero que eches un vistazo a mi blog , haber si te gusta tanto como tu post a mí
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Mil gracias! Tu comentario ha sido un soplo de energía! Gracias! Me voy a tu blog!
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