LA NOVIA CON CAMISA BLANCA

Tengo que reconocer que de no ser por lo rápido que crecen las redes sociales, jamás me hubiera planteado algo diferente al típico vestido blanco de novia. Sin embargo, cada día nos llegan nuevas propuestas; novias reales que traspasan las pantallas de Instagram de la mano de diseñadoras emergentes que nos descubren un mundo nuevo (y a veces complejo) de organización de bodas, espaldas al aire y consejos básicos para ser la novia perfecta el «Día B».

Sin embargo, os confieso que a veces me asusto. El mundo nupcial está evolucionando a tal velocidad que la variedad a la hora de plasmar tu carácter en tu vestido de novia es infinita. Tanto, que creo que estamos sobre informadas!

A mí, personalmente, algo me hizo «clic» cuando vi esta foto de la bloguera Jessie Chanes, de Seams for a desire.

Por aquel entonces, acababa de descubrir su blog, estaba husmeando en sus posts pasados y quedé fascinada. Yo, una persona cuyo armario es un 80% camisas blancas de todos los tipos y hechuras, tenía ante mí a una novia elegante, sencilla y súper inspiradora.

Intrigada, seguí leyendo y para mi sorpresa, el relato me gustó más aún que el vestido.

«Decidimos que de la boda no íbamos a hacer un proyecto de vida. ¡No necesitaba impresionar a nadie!»

Vivimos bombardeadas con imágenes de vestidos blancos y novias radiantes desde que abrimos Instagram en el desayuno hasta que lo miramos por última vez por la noche. Depende de nosotras el mantener la vista en lo que realmente es importante.

Y voy más allá, ¿Cuántas os habéis imaginado el día de vuestra boda con lluvia? ¿Y cuántas habéis pensado que si llueve, se os cae el mundo? Pues en la suya llovió y adivinad qué. ¡Lo disfrutó igual!

«Mientras hacíamos las fotos empezó a llover por lo que tuvimos menos de 10 minutos, literalmente. De hecho, ¡sólo hay una foto de Salva solo!»

Se decidió por este diseño a sólo semanas de la boda; una camisa blanca, cruzada, a la que añadió los gemelos de oro de su abuelo y una falda en plumeti color crema para la que hicieron falta 17 metros de tela! Lo mejor: ¡Se peinó ella misma!

«Necesitaba que fuera un look versátil pero para mí lo importante eran los zapatos. Elegí unos Manolo Blahnik que sé que podré reutilizar en ocasiones especiales»

Han pasado los años (se casaron en 2015) y sigue siendo mi novia favorita. No sólo por lo original de su elección, si no porque su forma de ver y organizar su boda me hizo reflexionar. A veces, proyectamos demasiadas expectativas en un sólo momento y eso puede hacer que nos frustremos si las cosas no salen como las hemos idealizado. ( Esto, por supuesto, es extrapolable a todo en la vida )

Espero que a vosotras también os ayude a darle a cada cosa la importancia que merece, a disfrutar del proceso y a no olvidar lo que realmente importa en vuestra boda … Y en la vida.

Fotografías: Dani Medina Photography