Este año los canotier están pegando fuerte. Sobretodo para bodas con aire campestre y eso que la traducción es «sombrero de gondolero». Se puso de moda a finales del XIX entre la clase media e incluso llegó a convertirse en un icono del cine. Ahora también lo es de la invitada perfecta y no hay boda que se precie en el que no veas más de uno.
La verdad es que dan muchísimo juego porque son un lienzo en blanco en el que podemos dar vida a multitud de opciones. Para el look de Arancha dejé volar la imaginación partiendo del color de sus zapatos como base. El color vino era imprescincible y como iba a llevar un vestido verde, decidimos incluir un toque del mismo tono para casarlo bien.
El resto, color y más color. Utilizamos flores lilas, amarillas, un toque de dorado … Una mezcla de texturas, formas y detalles que le daban una alegría especial a su cara.
Lo mejor para lucir un canotier es llevar un recogido bajo. Arancha eligió uno de lo más elegante que despejaba su cara y le dejaba todo el protagonismo al canotier de Miss Daisy.
El cinturón de flores a juego lo hicimos con una composición exactamente igual que la del canotier que le daba un toque especial a su vestido verde (ya de por sí muy original)
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Nos encantan los canotier!! Siempre nos enamoran 😍
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